Despierto cada día con ganas de estar muerta. Me abrazo a mi fiel compañera la soledad, me pregunto si algún día ella también me abandonara. La tristeza se convirtió en costumbre, y ahora solo soy una simple sobreviviente. Cuando todo parece estar bien, en un minuto, todo vuelve a ser como antes, pierdo las esperanzas y ya no veo un futuro, solo un pasado que cada vez me atrapa más. Mis sonrisas se transforman en lagrimas, y no hay nada que pueda cambiarlo. Las heridas empezaron a invadir mi cuerpo, destrozando los pocos sueños que quedaban. El amor se desvaneció, el odio ocupo su lugar. Ahora el dolor maneja todo, es como un motor, mi motor. El sufrimiento es constante, y es imposible volver a estar bien. Mis ojos reflejan angustia y pena, la felicidad ya no existe. Mi corazón arrastra la culpa y mi vida sin sentido. Me voy volviendo invisible para el mundo, nadie nota que mi alma se volvió negra. Es triste caer en el olvido, no ser recordada, tener un vida tan así, tan vacíaVivir en una constante oscuridad se me esta volviendo insoportable.